martes, 28 de junio de 2016

DESAYUNAR: ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Realmente es importante?




Alguna vez te has detenido en solo profundizar en esta palabra “Desayuno” en la que es realmente obvio lo que denota, “des-ayunar” o “dejar el ayuno” ¿Cuál ayuno? Antes de responder esta pregustan es importante que sepas que es el ayuno, no es otra cosa que pasar varias horas sin ingerir alimentos, como podemos ver en nuestra rutina diaria durante la noche, al dormir pasamos aproximadamente de 6 a 8 horas sin ingerir alimentos, y es con el desayuno que interrumpimos el ayuno. Por eso el desayuno se considerada como la principal comida del día, no sólo por los alimentos que lo componen sino por la importante función que desempeña en nuestro organismo.


Fisiológicamente, es la primera comida del día que rompe un período de ayuno prolongado por las horas de sueño. Mientras dormimos, muchas funciones cerebrales “se duermen o disminuyen” y es necesario el aporte energético que les provee el desayuno para reactivarse y les permita estar activas para el día.


Los principales nutrientes para cumplir con ese objetivo son los carbohidratos, proteínas, grasas, las vitaminas, el hierro, el zinc y el calcio entre otros minerales, como en todas las comidas un balance es fundamental, y un buen desayuno se define como un equilibrio en la correcta combinación de lácteos, pan, cereales, proteínas, frutas variadas y que fusionadas representan el 30% de los nutrientes que necesita nuestro organismo diariamente para funcionar correctamente. En conclusión un buen desayuno nos garantiza un mejor rendimiento físico y psíquico, y realmente todos queremos sentirnos con más vitalidad y energía en nuestra jornada diaria.


El desayuno sin lugar a dudas no solo muestra ventajas para los más grandes de la casa sino que es la base y el fundamento del crecimiento de los más chicos, son diversos los estudios, que han demostrado que la primera comida del día ayuda a los niños a prestar atención, pensar con rapidez, y comunicarse en forma apropiada con el entorno. Un niño en edad escolar que asiste a su colegio sin desayunar correctamente tiene mayores dificultades de concentración y memoria, además de sentirse soñoliento, cansado y nervioso. Todas las funciones cerebrales, vinculadas con el buen desayuno se ven disminuidas.


Aun en este siglo donde hay un auge por la nutrición mayor, y donde hay mayor cantidad de información circulante, me resulta sorprendente aun recibir y escuchar a pacientes que manifiestan “no desayunar” sin duda alguna siempre tienen excusas que van desde “me despierto sin hambre”, “no estoy acostumbrado”, “no me da tiempo”, o los más sinceros se atreven a decirme “prefiero dormir más a tener que hacerme un desayuno”, si aún se ve de todo nutricionalmente hablando, mi respuesta siempre es: “Si tú no te decides hacer algo bueno por ti y tu salud ¿Quién lo hará? ¿Vas a dejar de ser bueno contigo por pereza?”. La falta de conciencia sobre la importancia del desayuno cruza todos los sectores sociales, acrecentando entonces la necesidad de educar a las personas a tomar conciencia en  el valorizar correctamente la función biológica que desempeña esta comida temprana del día.


¿Qué debe contener un desayuno?


 Proteínas o Lácteos: leche, yogur, queso, pollo, carnes, pescados y sin duda huevos

·         Carbohidratos: Avena, harina integral, auyama, batata, harina de plátano verde, quínoa, pan pita… Son excelente vehículos energéticos que aportan hidratos de carbono a la dieta brindando el combustible más eficaz al organismo glucosa.


·         Grasas: Son más recomendables las grasas vegetales como el aceite de oliva, canola, girasol, maíz; frutos secos. Si no estás buscando bajar de peso puedes usar también mantequilla.

·         Frutas y Vegetales: Para aportan vitaminas hidrosolubles necesarias para nuestro cuerpo (no se acumulan en el organismo) y debemos incorporadas diariamente. Estas, también ayudarán al buen funcionamiento de intestino y órganos digestivos.


Obviamente, la calidad de nuestro desayuno va a depender de la selección correcta de alimentos, siempre debemos preferir los carbohidratos que contengan fibra como el pan integral, la avena y en cuanto a las grasas siempre prefiere las buenas fuentes como los frutos secos aceites puros de girasol, canola, oliva, recuerda la ingesta de grasas mono y poliinsaturadas ayudan a reducir los niveles de colesterol en sangre, de igual manera debes cuidar el modo de preparación de los alimentos por eso evita las frituras. Prefiere comer la fruta que tomarla en jugo, te dará mayor saciedad y aprovecharas todos sus beneficios como lo es la fibra.

El desayuno se considerada la principal comida del día, no sólo por los alimentos que lo componen sino por la importante función que desempeña en nuestro organismo. No olvides incluirlo en tu dieta diaria.

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