Alguna
vez te has detenido en solo profundizar en esta palabra “Desayuno” en la que es
realmente obvio lo que denota, “des-ayunar” o “dejar el ayuno” ¿Cuál ayuno? Antes
de responder esta pregustan es importante que sepas que es el ayuno, no es otra
cosa que pasar varias horas sin ingerir alimentos, como podemos ver en nuestra
rutina diaria durante la noche, al dormir pasamos aproximadamente de 6 a 8 horas
sin ingerir alimentos, y es con el desayuno que interrumpimos el ayuno. Por eso
el desayuno se considerada como la principal comida del día, no sólo por los
alimentos que lo componen sino por la importante función que desempeña en
nuestro organismo.
Fisiológicamente,
es la primera comida del día que rompe un período de ayuno prolongado por las
horas de sueño. Mientras dormimos, muchas funciones cerebrales “se duermen o
disminuyen” y es necesario el aporte energético que les provee el desayuno para
reactivarse y les permita estar activas para el día.
Los
principales nutrientes para cumplir con ese objetivo son los carbohidratos, proteínas,
grasas, las vitaminas, el hierro, el zinc y el calcio entre otros minerales,
como en todas las comidas un balance es fundamental, y un buen desayuno se
define como un equilibrio en la correcta combinación de lácteos, pan, cereales,
proteínas, frutas variadas y que fusionadas representan el 30% de los
nutrientes que necesita nuestro organismo diariamente para funcionar
correctamente. En conclusión un buen desayuno nos garantiza un mejor rendimiento físico y psíquico, y
realmente todos queremos sentirnos con más vitalidad y energía en nuestra jornada
diaria.
El desayuno sin lugar a dudas no solo muestra
ventajas para los más grandes de la casa sino que es la base y el fundamento
del crecimiento de los más chicos, son diversos los estudios, que han
demostrado que la primera comida del día ayuda a los niños a prestar atención, pensar
con rapidez, y comunicarse en forma apropiada con el entorno. Un niño en edad
escolar que asiste a su colegio sin desayunar correctamente tiene mayores dificultades
de concentración y memoria, además de sentirse soñoliento, cansado y nervioso.
Todas las funciones cerebrales, vinculadas con el buen desayuno se ven disminuidas.
Aun en este siglo donde hay un auge por la
nutrición mayor, y donde hay mayor cantidad de información circulante, me
resulta sorprendente aun recibir y escuchar a pacientes que manifiestan “no
desayunar” sin duda alguna siempre tienen excusas que van desde “me despierto
sin hambre”, “no estoy acostumbrado”, “no me da tiempo”, o los más sinceros se
atreven a decirme “prefiero dormir más a tener que hacerme un desayuno”, si aún se ve
de todo nutricionalmente hablando, mi respuesta siempre es: “Si tú no te decides hacer algo bueno por ti
y tu salud ¿Quién lo hará? ¿Vas a dejar de ser bueno contigo por pereza?”. La
falta de conciencia sobre la importancia del desayuno cruza todos los sectores
sociales, acrecentando entonces la necesidad de educar a las personas a tomar
conciencia en el valorizar correctamente
la función biológica que desempeña esta comida temprana del día.
¿Qué debe contener un desayuno?
·
Carbohidratos: Avena, harina integral, auyama, batata,
harina de plátano verde, quínoa, pan pita… Son excelente vehículos energéticos
que aportan hidratos de carbono a la dieta brindando el combustible más eficaz al
organismo glucosa.
·
Grasas: Son más recomendables las grasas vegetales como el aceite de
oliva, canola, girasol, maíz; frutos secos. Si no estás buscando bajar de peso
puedes usar también mantequilla.
·
Frutas
y Vegetales: Para aportan vitaminas
hidrosolubles necesarias para nuestro cuerpo (no se acumulan en el organismo) y
debemos incorporadas diariamente. Estas, también ayudarán al buen
funcionamiento de intestino y órganos digestivos.
Obviamente,
la calidad de nuestro desayuno va a depender de la selección correcta de
alimentos, siempre debemos preferir los carbohidratos que contengan fibra como
el pan integral, la avena y en cuanto a las grasas siempre prefiere las buenas
fuentes como los frutos secos aceites puros de girasol, canola, oliva,
recuerda la ingesta de grasas mono y poliinsaturadas ayudan a reducir los niveles
de colesterol en sangre, de igual manera debes cuidar el modo de preparación de
los alimentos por eso evita las frituras. Prefiere comer la fruta que tomarla
en jugo, te dará mayor saciedad y aprovecharas todos sus beneficios como lo es la fibra.
El
desayuno se considerada la principal comida del día, no sólo por los alimentos
que lo componen sino por la importante función que desempeña en nuestro organismo.
No olvides incluirlo en tu dieta diaria.
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